Cuando las luces se apagan y esta ese rumor de barrendero macabro, mi cabeza tiene un eco que me aniquila. Entonces empiezo a sentir como, cerda-por-cerda, algo raspa mi piso vacio, mi piso, este que toco hoy y a veces, este que tocare mañana. La resonancia es imperturbable. Digito como con dedos imaginarios las melodias que se van explayando sobre un pentagrama de mas de 8 o 9 lineas.
La terrible pregunta:
¿Que hiciste ayer a la tarde?
Y darse cuenta de que nada es la respuesta a seres infinitos y obsesivos como yo es malo malo, me agita, me mata.
Entonces me revuelco como una babosa ensalada. Me diseco de a poco, mientras mis abuelas de vidas anteriores miran como me refriego contra la laja de verano caliente.
Quiero morirme.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario