martes, noviembre 27, 2012

Fotos dias y cosas XXVII

Laguna de Gomez, Junin, Pcia de Buenos Aires, Argentina. La tarde va cayendo a eso de las 6 de la tarde, y caminando por el costado del agua que susurra soplando frio, en este sabado 28 de julio de 2012, elevo mi voz al viento, al piso y por ultimo, a mi cuaderno. 


El tipo piensa que dejar una huella en el mundo es pisar fuerte la tierra y dejar la suela estampada en el piso, llevar a otro tiempo el nombre y la imagen de una marca que lo único que hizo por el mundo es llevarlo al vacío inútil de levar una bandera en blanco, que sopla un viento ajeno.
Aplasta fuerte y retuerce el suelo que parece quejarse en un diminuto zumbido, quiebra ramas, pequeños organismos, adora su sombra pensando en la obra y en el porvenir, induciendo que la historia nos enseña a recordar al que deja la marca mas fuerte.
Hasta se atreve a tomar el pico y una pala, descartando cualquier cursileria hippie acerca de la pachamama, y hace un hoyo profundo como un mosquito furibundo que la lluvia lava y tapa. Mientras que la pequeña marca en la piedra, la que puede hacer un niño jugando, raspando un canto rodado contra el murallon, puede llegar a contar una historia, de cientos de años.
Y todo por no hacer nada jugando...
porque si solamente en el pozo, por jugar a ser jardinero,
pusiera una pequeña semilla en lo hondo,
el árbol contaría historias
riendo en lo alto del cielo
sosteniendo las nubes como frutas maduras
que alguien no quiere dejar caer

El tipo tiene las herramientas, pero toma el martillo por el hierro, y se lastima la mano.
y se machuca el dedo pensando que tiene en su poder un palito de machucar ideas
y usa la pala para dejar una huella
el rascacielos parabolico que corona el pueblo
y nunca se pone a pensar que a la tierra
lo que mas le gusta son las cosquillas de las raices entrando
la sombra de las ramas
o la caricia imperceptible, que solo la tierra nota
que al caer le hace la hoja a este suelo.

Extraño el olor a tierra en las manos. Extraño el silencio de dados.