Campo Don diego, almeyra. 21 de agosto. 6 y 10 de la tarde
El verano tiene de reprochable varias cosas.
El pavimento que hierve de bronca,
las plantas que bullan sofocadas,
los trenes que buscan ser sauna
y la cerveza caliente.
Pero hay algo que no puedo perdonarle:
Que como el sol se duerme tan tarde, me robe esas horas previas a comer, esa hornaya que se prende y ese mate. Esas galletitas con dulce o esos bizcochos.
Devuelvanme mi merienda!
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